Los Jóvenes Escritores siguen escribiendo desde nuestra Aula Virtual con su profe, Antonia Molinero. Les colgamos el relato que Daniel Suárez Acosta ha escrito sobre su compañera Oli Li Cabrera.
«Olivia» de Daniel Suárez Acosta
Y un día, apareciste. Apareciste tú y tu pelo rizado, de raíces oscuras y puntas claras. Apareciste tú con tu voz suave y adormilada. Apareciste tú y esa forma de mirar de tus ojos oscuros.
Su esbelta figura se mueve casi como si flotara, de forma divina. La perfección de su persona se une a rasgos tan humanos como su adorable naturalidad y su sonrisa, tan extraña como reconocible.
Un rostro siempre cambiante, que va desde la inexpresión hasta múltiples emociones contrastadas entre sí. Quizás la persona más feliz del mundo cuando está feliz.
Está plagada de matices por sus cuatro extremidades que la hacen todavía más compleja y especial: su capacidad de ser tan distante como cariñosa, sus finas cejas, el piercing de su oreja derecha, su reluciente y cuadriculada dentadura, y un largo etcétera de cosas que no menciono y que me faltan por localizar.
Llamar su atención no es difícil, mantenerla es imposible. Es fácil acercarse pero no tanto alejarse.
No puedes dejar de escucharla cuando habla, no porque te interese o no, sino porque sabes que puedes estarte perdiendo algo increíble si lo haces..
Cada conversación es un descubrimiento, cada palabra que sale de sus finos labios es importante.
Simplemente, ella tiene una forma de ser envolvente, es una persona irrepetible e inolvidable.
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