«Imperfecciones» de Marta Ramos Gómez
Me siento cruel por estar triste por una tontería así, pero tampoco es culpa mía. Este es mi mundo, y por mucho que empatice con el tercero, me es inevitable preocuparme por el mío, por mí vida. Que egoísta. No sé que hacer para que paren. No sé si hablar con un profesor o quizás simplemente contestarles, defenderme. Pero es que defenderme puede llevar a algo peor. ¿Y si son ciertas sus amenazas? ¿Y si es verdad que me pegarán? Me odio y odio al mundo. No tengo derecho a sufrir en una vida tan perfecta, con una familia tan ideal y con tantas cosas en mi mano. No tengo ese derecho. Pero este es mi mundo, el primero, en el que en teoría todo es mejor, pero en el que hay un millón de imperfecciones que no nos cuentan. No quiero seguir viviendo con miedo y odio, pero son seis contra mí. Lo que no puedo permitir es seguir callando. Lo contaré a algún profesor, pero a través de mi mayor arma, el papel y el bolígrafo, el único medio sin censura. Lo contaré y me enfrentaré a este miedo, este miedo absurdo que me han causado seis tontos de colegio. Lo contaré por respeto, porque ni yo ni nadie de este, el primer mundo, debería quejarse. Lo contaré para poder volver a estar bien y luchar por aquellos, del tercer mundo, que ya no tienen voz.
Comentarios recientes