«Justicia Poética» de Daniel Suárez Acosta
Si pudiera decirte una palabra antes de que te fueras a esa tierra que te arrebataron y a la que te prometieron que volverías, sería «gracias». Cualquier otra cosa no te haría justicia; esa justicia que tanto mereces y añoras.
Gracias por ayudarme a convertirme en la persona que soy hoy en día. Gracias por remover todas las piedras para encontrarme cuando me perdí. Gracias por ser sincera conmigo, por no decirme lo que quería oír, por contarme lo bonito, y sobre todo, lo feo. Gracias por ser tú. Te quiero.
Dedicado a una amiga.
«John Doe» de Violeta Gutiérrez
Volar, volar hacia ti, hacia tus brazos, hacia tu pecho, sumergirme en tu mirada y soñar, soñar despierta, soñar dormida, soñar con tu rostro sin tenerte delante. Reírme contigo, pero también de ti, llorar a tu lado, pero siendo feliz, vivir, vivir sabiendo que tu corazón y el mío laten en un solo compás.
«Libre» de Nazayda Balmaseda Ramos
Anoche soñé contigo. Volabas libre, veraz, soltabas las cadenas ya oxidadas que ceñían tu alma, segadoras de tus alas que tanto deseo sentían por el aire. Eras ajena a todo, eras tú porque querías serlo, porque te gustaba vivir en un mundo sin números, sin lágrimas en vano, sin gritos enmudecidos por la vergüenza.
Anoche soñé contigo, el agua reflejaba tu rostro relajado, sin surcos y sin muecas, feliz de estar viva porque era un logro.
Anoche soñé contigo; desperté cuando sonreías y tu susurro acariciaba el aire, “estoy bien”.
Hoy te he visto callada, despierta pero soñadora, nadando hacia arriba para llenar los pulmones de esperanza, para sobrevivir a la vida. Cual calma después de la tormenta, suspiras en silencio, esperando a que el viento te lleve con él.
«Para los chicos a prueba de balas, del poeta de la ventana» de Pau Dekany Piña
Os escribo escapando del vórtice en el que me hallo. Gracias por dejarme usaros hasta que salga de aquí, por enseñarme el valor oculto que olvidé y creer en mí cuando ni yo mismo lo hacía. Sin verme, ni pasar cinco minutos hablando conmigo en un café, explotáis ese potencial que ni yo mismo creía tener. Me ayudáis a quererme y a tener esa fuerza para salir a la calle, y sonreír a esos extraños de los que creo tener un vago recuerdo.
Por invitarme a esa tienda mágica y dedicarme ese álbum para enseñarme que tengo razones para amarme, odio resumir todo en un gracias. Cuando salga de aquí, os mandaré mis poesías, las que escribí con vuestras canciones rescatándome.
Dedicado al grupo de música BTS.
«- Intervalos de reencuentros-» de Jimena Bazo
Bueno, nunca pensé estar haciendo esto, siempre eres tú quién me dice, quién dedica, porque, es a mí me a quién se le da mal las palabras, a quién por mucho que sienta no lo exterioriza.
Tanto tiempo estando presente en mi vida, pero de una manera exterior, por figuras maternas que nos enlazaban, aunque hayamos sido nosotras su vínculo.
Entre días casuales te convertiste en tirita y sanación, en algo insaciable, sin fondo, en la ansia de tragar palabras. Eres la que reivindica en voz alta, la que lee tanto como yo, la atrevida y desvergonzada, la niña pequeña y a la vez la persona más reflexiva del mundo.
Aunque solo vea tu pelo ondear en la estación más cálida. Todo vale y valdrá la pena, horas de camino, helados de frambuesa con un tenue sabor a mantequilla, manos teñidas de moras, sol y nubes, crujidos de madera por la hamaca, risas, susurros a primera vista. Solo gracias por perderte conmigo.
Dedicado a una amiga.
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