CRÍTICAS IMAGINADAS

CRÍTICAS IMAGINADAS

Elena

Iris

Críticas imaginadas

Estábamos dando nuestra clase sobre crítica literaria en la que los alumnos tenían que realizar la crítica de un libro inventado, un ejercicio que desarrolla la Imaginación y el espíritu crítico, cuando invadieron por turnos nuestra clase, señoras que buscaban una reunión de cohousing.

Les preguntamos sobre el tema y parece que el asunto es algo así como la emancipación de los abuelos o cómo vivir en comunidad a partir de la jubilación. La cuestión es que algunas de nuestras jóvenes escritora encontraron la inspiración necesaria para imaginar una posible novela y hacer la crítica de un libro que todavía no existe.

Ahora, el grupo de Jóvenes Escritores 2017-18 se llama Cohousing.

Crítica de Iris Paz García 

«Cohousing: Juntos, pero no revueltos» de Lydia López.

La idea de que un grupo de ancianos que rondan desde los sesenta hasta los ochenta y pico años en la comuna de mayores situada en «La Nube» es, cuanto menos, curiosa. Y este es el planteamiento de «Cohousing: Juntos, pero no revueltos». Su polémica autora ha saltado a la fama a la edad de setenta años, porque si bien todos conocemos la historia en la que un grupo de veinteañeros comparten piso aquí el arco de personajes es sustituido por los viejos y los puretas. Los viejos que juegan a ser jóvenes.

Contamos con varios personajes principales: Doña Lala, que intenta superar la muerte de Don Paco. Doña Asunción y Doña Irene, las vecinas cotillas de la planta baja que conocen todo lo que pasa en la residencia de Cohousing. Pepe y su esposa la Pepa, los narcotraficantes del cuarto piso. Ahora son los padres los que huyen de sus hijos y tienen prohibido dar lecciones de vida a sus nietos.

A lo largo de estas cuatrocientas páginas conoceremos las idas y venidas de este alocado conjunto de personajes en el que cada uno destaca a su manera con su revoltosa mente en acción. Así pues, pasaremos desde el educado grupo de ancianitos que conoce a su nuevo vecindario hasta que se empiezan a producir una serie de eventos a cada cual más insospechado. Cada vez más revuelto, como dirían ellos.

Estoy segura de que al leer esta historia acabarás sintiéndote como si dialogaras con tu abuelo. Volvemos a recuperar las frases arcaicas y despasadas de la década de los cuarenta, las expresiones de pueblo con los cotilleos sobre la mujer descocada que es doña Lala. La vecina del tercero, que tiene cerca de los sesenta pero desde que conoció al camarero de los chupitos están siempre juntos como culo y calzón. Por supuesto, también tendremos a la sabelotodo de Marianela que no puede creer en lo que se ha convertido el cohousing: «Una cosa es libertad y otra libertinaje», como les suele reprochar.

Nos encontramos ante una historia en la que los viejos son unos revoltosos. Es divertida, hilarante, se nos presenta un cómico baile de máscaras en el que se esconden las arrugas, los dolores y las aburridas conversaciones sobre este tiempo que está tan loco por la fachada de quien juega a ser joven antes del precipicio de la muerte. Y pienso que tú, como nieto, como hijo, deberías leerla para que sepas que es realmente lo que se le pasa por la cabeza al viejo que se sienta a tu lado.

«Critica de un libro inventado» de Elena Monzón Cejas 

Título: Juntos pero no revueltos

Género: Comedia

Editorial: La nube

La historia comienza cuando Jofrey, un hombre de 80 años , siente que no es capaz de mantenerse por sí mismo y decide buscar residencias de ancianos y da con una llamada «Cohousing», una comuna para ancianos que cuenta con servicios de lujo como piscina, salón de masajes y muchos otros, entusiasmado, Jofrey ingresa en el período de prueba de 3 meses, pero su nieta Sara no se lo cree, ya que ve a su abuelo incapaz de hacer un cambio tan grande. ¿Descubrirá Sara una nueva versión de su abuelo?.

El tema trata de que siempre es posible hacer cambios en tu vida sin importar la edad que tengas.

Respecto a esta novela, a pesar de que el lenguaje es coloquial con abundantes vulgarismos, considero que es sensacional sobre todo con la evolución de los personajes ya que hay capítulos donde el abuelo pasa de dormirse a las siete de la noche a emborracharse en una fiesta, (menos mal que el narrador nos revela que tenía un hígado biónico), también las expresiones sarcásticas la nieta que aportan realismo a la situación y como se aprecia que Cohousing está ambientada en una «Hermandad universitaria americana», en conclusión, no despegarás la vista de esta novela.

LA VERGÜENZA DE ALTA MAR

LA VERGÜENZA DE ALTA MAR

«La vergüenza de alta mar» de Marta Ramos Gómez

«La vergüenza de alta mar» de Marta Ramos Gómez

No me lo puedo creer. De todo lo que podría haber pasado esta semana, pasa esto. Antes de salir de Tenerife habíamos quedado en que nadie externo entraría en nuestro camarote sin avisar, pero Naima nunca hace ni puto caso. Acaba de entrar Jorge por la puerta y yo cantando en la ducha. Lo peor es que no les oí entrar y acabo de salir con todo mi morro afuera con una toalla tapándome y otra en la cabeza. Ahora estoy en el baño otra vez y no sé que hacer. Mi ropa está fuera, pero con Jorge ahí no salgo. ¡Que encima me gusta! ¡Jooder! ¿Naima no se da cuenta de que ahí está mi ropa? Voy a gritarle.

-¡Naimaaa! ¿Me puedes dar la jodida ropa que está encima de la cama?

No me hace caso, es como si no oyera, y ya no sé que hacer. Les oigo reírse, tsss, encima. Voy a salir y la cojo yo, no queda otra. ¡Oh! No…Vuelvo a entrar rápido al baño. Tengo toda la cama tirada y con ropa sucia encima, y lo peor… ¡Las bragas colgando del armario! Después de esto tendré suerte si me traga la taza del váter.

HIPOCRESÍA

HIPOCRESÍA

«Hipocresía» de Celia Pérez

«Hipocresía» de Celia Pérez

Caminamos hacia atrás, en vez de avanzar y evolucionar. Nos aferramos a pensamientos hipócritas y tratamos de concienciar a las nuevas generaciones de algo que no ponemos en práctica para ofrecer ejemplo, los utilizamos para que en un futuro enmienden los errores que nosotros cometimos y no nos preocuparon en su momento. Hipocresía, ¿desde cuando existirá esa palabra? Nosotros, las antiguas esperanzas del cambio, hemos conseguido transformar un problema que empezó sin nuestra colaboración en algo inconmensurable que necesitará mucha voluntad para ser frenado. La belleza no es importante, me solían decir, pero nunca me lo llegaron a enseñar. Desde “tu aspecto no es relevante si muestras carisma” que se le ocurrió decir a mi madre antes de sermonearme por haber aparecido en mi graduación con una camiseta de Nirvana y unas converse desgastadas; pasando por el célebre “te querrán por tu afabilidad, no por la cantidad de maquillaje que cubra tu rostro” de mi jefa para después despedirme por las constantes quejas de los clientes hacia mi aspecto; y es importante no olvidar el repetido “lo importante es el interior” cuando aún así, todos sabían que él me iba a rechazar. ¿Cuál es el punto? ¿Cuál es el premio? Hipocresía. Hipocresía que se dispersa y se normaliza. Hipocresía, lo que hace que esta realidad no esté preparada para las personas obesas.

Foto: #fotoa11

IMPERFECCIONES

IMPERFECCIONES

«Imperfecciones» de Marta Ramos

«Imperfecciones» de Marta Ramos Gómez

Me siento cruel por estar triste por una tontería así, pero tampoco es culpa mía. Este es mi mundo, y por mucho que empatice con el tercero, me es inevitable preocuparme por el mío, por mí vida. Que egoísta. No sé que hacer para que paren. No sé si hablar con un profesor o quizás simplemente contestarles, defenderme. Pero es que defenderme puede llevar a algo peor. ¿Y si son ciertas sus amenazas? ¿Y si es verdad que me pegarán? Me odio y odio al mundo. No tengo derecho a sufrir en una vida tan perfecta, con una familia tan ideal y con tantas cosas en mi mano. No tengo ese derecho. Pero este es mi mundo, el primero, en el que en teoría todo es mejor, pero en el que hay un millón de imperfecciones que no nos cuentan. No quiero seguir viviendo con miedo y odio, pero son seis contra mí. Lo que no puedo permitir es seguir callando. Lo contaré a algún profesor, pero a través de mi mayor arma, el papel y el bolígrafo, el único medio sin censura. Lo contaré y me enfrentaré a este miedo, este miedo absurdo que me han causado seis tontos de colegio. Lo contaré por respeto, porque ni yo ni nadie de este, el primer mundo, debería quejarse. Lo contaré para poder volver a estar bien y luchar por aquellos, del tercer mundo, que ya no tienen voz.

ÉRAMOS HERMANOS

ÉRAMOS HERMANOS

«Éramos hermanos» de Asier Serichol

«Éramos hermanos» de Asier Serichol Suárez

Debo salir, el mundo se desploma a mi alrededor y yo debo salir. No lo soporto, inútiles y cobardes atacando a inocentes, golpeando en la comodidad de sus sillones, despreocupados, mientras juegan con sus hijos. Y mientras tanto yo aquí. Solo desprotegido, o Dios que hemos hecho. Gran Ala protegemos de esos cabrones del occidente, sálvanos a todos. Que hemos hecho…

Es imposible. Tiene que haber una forma ¿No? No lo se. El mundo se desmorona, mi familia yace desaparecida y yo… Estoy solo. ¿Aguantaré a las bombas aquí? ¿Sobreviviré a los gases canallas de mil muertes? ¿Volveré a ver un nuevo amanecer? Todo es incierto. O por favor…

Necesito vivir, quiero vivir.

Es imposible ¿no lo ves?

No me daré por vencido. Rendirse es de corbardes y ser corbardes es de occidentales y pase lo que pase no seré un occidental, nací en este desierto, en estas zonas áridas y pase lo que pase continuaré Dicen no contestar a la guerra santa, sin darse cuenta lo hace todos son creyente de Dios que atentan antes los creyentes de Ala. Mi mundo se desmorona, en la escuela dijeron que éramos hermanos que la protección sería proporcionada por ellos.

Nos mintieron, no te das cuenta. Pagan su supuesta hospitalidad en sangre. Engañan a lo desesperados, a los que tienen que matatarse, matarse… Para llegar a sus dulces costas…

Yo no llegaré a ellas, solo deseo una cosa, permanecer aquí, en Siria junto a mi seres queridos. Debajo de las rocas….

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