Artículo escrito por Fayna Torres, nuestra becaria de periodismo de la ULL que ya terminó sus prácticas en la Escuela.
Gracias por tus textos en el blog, tus gabinetes de prensa, tus silencios y tus rosquetes de chocolate.
Por todo y por nada
La Escuela Literaria, con dirección en la calle Carretas, en La Laguna, ha cumplido doce años. Un lugar donde las letras bailotean entre humeantes tazas de té, chocolates calientes y el compartido amor por la literatura. Muchos son los amantes de la palabra escrita que han pasado por este centro de enseñanza donde la imaginación y la creatividad gozan de una libertad sin igual.
Desde por la mañana hasta bien entrada la noche las ideas no dejan de fluir. En cuanto entras en este singular espacio casi puedes ver las palabras flotando en el aire, esperando a que alguien las una en el orden correcto. Lo que aprendes una vez llegas aquí es que ese orden es diferente para todos y cada uno de nosotros y que se rige bajo ese artista que todos llevamos en nuestro interior. Y es eso lo que convierte a la Escuela Literaria en el sitio idóneo para expresarse, ya que todas las ideas tienen cabida. Lo único que debemos hacer es seguir los consejos de los profesores para darles la voz que esas ideas merecen.