PROGRAMA

Escribir fragmentos o pequeñas narraciones es hacer instantáneas que apuntan a una realidad fugaz y separada. Un inventario que, desde el quirófano de las ideas, reconoce y revisita y que en su conjunto se convierte en una visión del mundo.

Descubrir que las ideas están fragmentadas y que no siguen una línea argumental es comprender que la mente camina a trozos, por eso escribimos aforismos, voces, deshilachados. Y a pesar de que un aforismo parece un territorio limitado, en sus capas se amplifica: Se propaga o divide en otra idea, tal vez señala más hondo. Un aforismo es una profundidad que tiene manto. Para escribirlo hay que desnudarlo, viajar en sentido inverso: investigar dónde se origina.

Datos de Interés

*Se recomienda traer portátil o Tablet (si esto no es posible, por favor, comunicarlo a la Escuela)